sábado, 3 de mayo de 2008

¿Acaso las historias de piratas no acabaron con la desaparición de Barba Roja el pirata?


Cientos de años han pasado pero aun hoy en día existen y piratas con ganas de conseguir un buen motín. Playa de Bakio ha sido el último buque español secuestrado el pasado 20 de abril por piratas en las costas somalís. Los 26 tripulantes: 13 de origen africano y 13 de origen español- ocho de Galícia y cinco del País Vasco- llevaban cuatro meses en alta mar y tenían previsto llegar a España el pasado 30 de abril. Nada más conocer la notícia el gobierno creó una célula de seguimiento e información en el Estado Mayor de la defensa, cuya misión fue adoptar las medidas necesarias para lograr la rápida liberación de los tripulantes del atunero vasco. La comisión ha estado presidida por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, e integrada por los titulares de Exteriores, Defensa y Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, y por el jefe del Estado Mayor de Defensa.

El primer indicio se dió a conocer un día después del secuestro. La madrugada del día 21 Radio Nacional de España, se puso en contacto con el patrón del barco y este aseguró que se encontraba bien y adelantó que podrían estar dirigiéndose a la ciudad de Obbia. La llamada fue atendida en primer lugar por uno de los secuestradores somalís el cual intentó justificar su acción explicando que los cuatro asaltantes del barco pertenecen a la milicia somalí y que atravesaban por una situación de carestía y que en cuanto les fuera entregado el dinero del rescate no habría problemas.

Después de la llamada el Ministerio de Defensa ordenó que uno de sus buques se pusiera rumbo la zona del incidente para auxiliar el atunero. También Defensa conversó con la OTAN, y Exteriores con representantes de la UE, de la Unión Africana y con autoridades de Somalia. Por otro lado, la Embajada de España en Kenia, con jurisdicción en Somalia, inició ya sus primeras gestiones y contactos con las autoridades de la zona.

Este no es un caso aislado, ya que el pasado 11 de abril, un grupo de 30 turistas, la mayoría franceses, permaneció secuestrado a bordo de su velero por una docena de piratas, también en aguas somalies. Después de una negociación, entre los filibusteros y el armador del buque, que accedió a pagar un rescate de dos millones de dólares a cambio de la entrega de los rehenes, una operación del ejército francés consiguió la liberación de los turistas y la detención de seis piratas.

Parte de la sociedad ha apoyado las críticas que el PNV hizo al gobierno atribuyendo que este no ha hecho absolutamente nada para garantizar la seguridad de los barcos atuneros. En 2006 plantéo una serie de iniciativas, como la de enviar una fragata de protección. Pero por otra parte, muchos pescadores creen que tampoco serviria de nada, ya que no podría controlar un área tan vasta de millas.
Después de la liberación, la cual ha sido calificada de "pacífica" la opinión púbica se cuestiona si realmente se ha pagado rescate después de las declaraciones del presidente de la autoridad portuaria de Haradhere, en Somalia y si el gobierno ha escondido información sobre el caso. También han existido muchas contradicciones como las declaraciones de el ministro de seguridad de Puntland el cual dijo que las autoridades habían encargado a varios militares la liberación del atunero. Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos aseguró en rueda de premsa no tener conocimiento de ningún plan de las autoridades somalís para liberar por la fuerza a los pescadores.
Por lo tanto, no es de extrañar que la sociedad española crea que en realidad se ha ocultado mucha información respecto la liberación o que los medios de comunicación hayan confundido con tantos datos y declaraciones de todas las partes implicadas en el suceso.


Raquel Requena Luque

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